La categoría de alimentos sin lactosa ha experimentado un notable crecimiento durante los últimos años, ampliando su oferta a todo tipo de derivados lácteos, desde leche a queso, nata, mantequilla o yogures sin lactosa. Aunque estos productos están dirigidos a un público muy específico, intolerante a la lactosa, actualmente también hay consumidores que optan por eliminar la lactosa de su dieta buscando una alimentación más saludable.
Como consecuencia, hoy cada vez son más los productos que se presentan como “bajos en lactosa” o “sin lactosa”, pero, ¿qué garantías ofrecen al consumidor intolerante? ¿Cómo podemos asegurarnos de que estamos comprando realmente alimentos sin lactosa? Si estás interesado en este tipo de productos, a continuación te contamos todo lo que necesitas saber para que llenar tu cesta de la compra sea un poco más fácil.
¿Necesito comprar alimentos sin lactosa?
A pesar de la polémica abierta sobre los supuestos beneficios de una dieta sin lactosa, los expertos en nutrición solo aconsejan evitar los alimentos que contengan este azúcar a aquellos con un diagnóstico médico de intolerancia. Hasta la fecha, no existe evidencia científica que demuestre que los alimentos sin lactosa sean más sanos o se digieran más fácilmente. Así que, ¿qué supone realmente la intolerancia a la lactosa?
Este azúcar, presente en la leche de los mamíferos, es digerida normalmente en el intestino gracias a una enzima denominada lactasa. Después del destete, el nivel de lactasa disminuye, sin que esto suponga consecuencias negativas para la salud. De hecho, el 70% de la población mundial presenta deficiencia primaria de lactasa, según datos de la Asociación de intolerantes a la lactosa de España (ADILAC). Sin embargo, para algunas personas este nivel de lactasa se reduce tanto que hace imposible la digestión de la lactosa. Solo en este último escenario podemos hablar de una intolerancia permanente a la lactosa y necesitamos adaptar nuestra dieta en consecuencia, siempre tras un diagnóstico médico previo.
También es importante saber que el nivel de tolerancia es diferente en cada persona. Según un informe publicado por la European Food Safety Authority (EFSA), la mayoría de intolerantes a la lactosa puede tolerar una dosis única de hasta 12 gramos de lactosa o dos dosis de hasta 24 gramos distribuidas a lo largo del día sin presentar síntomas. Sin embargo, otras personas pueden presentar síntomas severos con dosis de tan solo 6 gramos.
Productos lácteos para dietas sin lactosa
La leche y los derivados lácteos son productos básicos para una nutrición equilibrada y ser intolerante no implica renunciar a ellos para siempre. La oferta de alimentos sin lactosa se ha diversificado enormemente durante los últimos años. Actualmente, resulta sencillo comprar leche sin lactosa en cualquier supermercado, pero también podrás encontrar otros muchos productos, como nata, mantequilla, queso o yogures sin lactosa, ideales para el público infantil.
¿Qué diferencia a estos alimentos sin lactosa de los lácteos tradicionales? En el caso de la leche, la lactosa se elimina a través de un proceso de hidrólisis, añadiendo lactasa, para suplir la carencia de esta enzima que sufren los intolerantes. Su valor nutricional y su contenido en azúcar es muy similar al de la leche normal, con una proporción aproximada del 5%.
Este mismo proceso se aplica también al resto de derivados lácteos, desde yogures a quesos, mantequilla sin lactosa o nata sin lactosa. En el caso de los yogures, los fermentos lácticos vivos usados para su elaboración continúan consumiendo la lactosa durante la fase de fermentación, facilitando su digestión incluso para los intolerantes. No obstante, como hemos mencionado anteriormente, el umbral de sensibilidad a la lactosa es diferente en cada persona.
Si prefieres comprar yogures sin lactosa, el catálogo actual de Condisline, por ejemplo, te permite elegir entre yogures naturales, azucarados, desnatados, con frutas, con cereales… ¿Estás cuidando tu línea y buscas comprar yogures sin lactosa bajos en grasa? Entonces, apuesta por las variedades desnatadas. Un postre sin lactosa bajo en grasa, ¡y con todo el sabor!
Los yogures elaborados a leches vegetales, como las de soja, almendra o nuez, son alimentos totalmente aptos para intolerantes, ya que la lactosa únicamente está presente en la leche de los mamíferos. Sin embargo, recuerda que estos productos vegetales no pueden ser considerados como sustitutivos de los lácteos, que siempre deben formar una parte fundamental de nuestra dieta.
Legislación y etiquetado para alimentos sin lactosa
A la hora de llenar la cesta de la compra, ¿cómo podemos identificar los alimentos sin lactosa en los lineales del supermercado? Lo cierto es que, a día de hoy, todavía no existe una legislación específica para ellos. La Unión Europea obliga a los fabricantes de productos con ingredientes susceptibles de provocar alergias alimentarias a señalarlo de forma clara en su etiqueta. Sin embargo, en el caso de los alimentos sin lactosa, el problema no reside tanto en indicar su presencia, sino su ausencia, para facilitar su identificación de cara al consumidor.
En España tampoco existe una normativa específica, aunque la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) sí que ofrece algunas recomendaciones que te serán de gran ayuda para comprar alimentos sin lactosa. Muchos productos incluyen hoy el indicativo “Sin lactosa” o “Bajo en lactosa”, pero, ¿qué significa esta distinción? AECOSAN considera que la mención “sin lactosa” solo debe utilizarse para aquellos alimentos con un contenido en lactosa inferior al 0,01%. Cuando exista un contenido de lactosa residual, podrán presentarse como alimentos de “Bajo contenido en lactosa”. En este segundo caso, el contenido en lactosa no suele superar el 1% del producto total.
Sello “No lactosa” de ADILAC
Conscientes de las dificultades añadidas a las que se enfrentan los consumidores de alimentos sin lactosa a la hora de la compra, entidades como ADILAC han puesto en marcha iniciativas como su sello “No Lactosa”, registrado por la asociación como marca internacional. Este sello identifica los alimentos sin lactosa, garantizando que cumplen con todos los requisitos establecidos por la asociación para ser considerados como tales, siguiendo las recomendaciones de AECOSAN.
Si estás buscando alimentos sin lactosa en el supermercado, la presencia de este sello te garantiza que estás adquiriendo productos totalmente aptos para el consumo de personas con esta intolerancia alimentaria. Más allá de las empresas de distribución, este sello también está presente en hoteles, cafeterías y demás establecimientos pertenecientes al sector HORECA, así como tiendas, webs y blogs dedicados a productos sin lactosa.