Ojos llorosos: prevención, tratamiento con remedios caseros

Las lágrimas son indispensables para mantener los ojos sanos. Las lágrimas no sólo ayudan a lubricar los ojos, sino que también son responsables de su limpieza.

Formación de los ojos llorosos

Hay dos tipos de lágrimas. El primer tipo de lágrimas se producen cada vez que se parpadea. Estas lágrimas son liberadas por las glándulas de los párpados.

El segundo tipo de lágrimas son sustancias líquidas que son liberadas por un par de glándulas lagrimales en forma de almendra, una localizada en cada ojo en reacciones a sustancias extrañas, olores y emociones. Estas son producciones lagrimales reactivas.

Las lágrimas son liberadas en la superficie superior del ojo por varias glándulas lagrimales para formar la capa acuosa que protege la córnea de irritantes dañinos.

Sin embargo, el exceso de formación de lágrimas puede provocar ojos llorosos y rojos. Dejando de lado su propósito funcional, los ojos llorosos tienden a hacer que su visión sea confusa, lo que dificulta que usted vea correctamente.

Quiénes son más expuestos a los ojos llorosos

Cualquier persona que haya llorado bien puede dar fe de este hecho, y el problema se convierte casi en una desventaja si sus ojos están constantemente llorosos.

Esta forma de formación excesiva de lágrimas se conoce médicamente como epífora, una afección ocular común que afecta a un gran número de personas en todo el mundo.

Las personas con ojos llorosos tienen una cubierta lagrimal constante sobre su córnea, lo que hace que sus ojos parezcan hechos de vidrio.

Debido a que existe una sobreproducción de lágrimas que no puede ser contenida dentro de los ojos, las lágrimas gotean de las esquinas de los ojos sin que la persona afectada se dé cuenta.

Aunque esta forma de molestia ocular puede ocurrir a cualquier edad, es más frecuente entre:

  • Bebés
  • Niños menores de 2 años
  • Adultos mayores de 60 años

¿Qué causa los ojos llorosos?

Los ojos llorosos suelen ser sintomáticos de ciertas condiciones, más que un asunto médico separado en sí mismo. Estas condiciones incluyen:

  • Conductos lagrimales bloqueados: Cuando los conductos lagrimales se bloquean debido a una infección e inflamación, el resultado inmediato es una sobreproducción de lágrimas que hace que sus ojos se humedezcan.
  • Ojos Secos: Como los ojos secos son cada vez más propensos a la irritación, la respuesta natural del cuerpo es producir lágrimas excesivas para lubricar los ojos y disminuir el malestar ocular.

Esta sobreestimulación de las glándulas lagrimales a menudo resulta en más lágrimas de las que los ojos pueden retener, lo que lleva a que los ojos se humedezcan.

Además, las cirugías como la cirugía de cataratas o la cirugía LASIK también pueden exacerbar o incluso provocar sequedad ocular.

  • Condiciones climáticas: A veces, la producción excesiva de lágrimas se produce cuando se está expuesto a condiciones climáticas frías o ventosas.
  • Objetos extraños: La abrasión o laceración de la córnea causada por la entrada de un objeto extraño en los ojos, lesiones oculares, quemaduras, productos químicos en el ojo, pestañas encarnadas y la exposición al polvo pueden dar lugar a ojos excesivamente llorosos.
  • Factores ambientales: Los químicos ambientales presentes en el aire o el viento pueden irritar la córnea y hacer que sus ojos se llenen de agua.
  • Medicamentos: Los ojos llorosos también pueden ser un efecto secundario de ciertos medicamentos como la epinefrina, las gotas para los ojos o los fármacos utilizados en la quimioterapia.
  • Condiciones médicas: La epífora también puede ser el subproducto de ciertos trastornos médicos, como la úlcera corneal, conjuntivitis, queratitis bacteriana, sinusitis crónica, trastornos de la tiroides y blefaritis (hinchazón a lo largo del borde del párpado).
  • Alergias: Las alergias al polvo, la caspa o el moho pueden hacer que sus glándulas lagrimales se activen demasiado, lo que resulta en un lagrimeo excesivo de los ojos.
  • Sensibilidad a la luz: La exposición a la luz solar brillante o a las luces interiores puede hacer que sus ojos se humedezcan.
  • Tensión ocular: Mirar fijamente las pantallas LED durante horas prolongadas, leer las letras pequeñas, usar gafas o lentes de baja potencia y la falta de sueño pueden hacer que sus ojos se vuelvan cada vez más pesados, fatigados y propensos al lagrimeo.
  • Ectropión: Ectropión se refiere a una condición ocular en la que el párpado inferior se cae y gira hacia afuera, alejándose del globo ocular.

Debido a que el margen del párpado gira al revés, la superficie interna del ojo queda expuesta y las lágrimas no pasan al punctum ubicado en la esquina de los ojos.

Síntomas de los ojos llorosos

Los ojos llorosos suelen estar acompañados de los siguientes síntomas:

  • Los ojos tienden a irritarse cada vez más y pueden incluso enrojecerse.
  • Sus párpados pueden hincharse.
  • Puede experimentar una sensación de ardor en los ojos.
  • Sus ojos pueden comenzar a picar.
  • Puede sufrir frecuentes estornudos.
  • Los ojos pueden volverse cada vez más sensibles a la luz.
  • Los ojos pueden doler si la afección es causada por algún tipo de trauma o lesión ocular.
  • Sus ojos pueden sentirse extremadamente cansados, pesados y adoloridos.
  • Su visión puede volverse borrosa.
  • También puede notar un aumento en la secreción del ojo.

Diagnóstico de los ojos rojos llorosos

Para determinar la causa subyacente detrás del lagrimeo excesivo, el médico primero le preguntará sobre su historial médico y después examinará sus ojos.

Su médico incluso puede canalizarle a un oftalmólogo para realizar pruebas adicionales si los resultados del examen preliminar no son concluyentes.

El oftalmólogo revisará cualquier obstrucción en el conducto lagrimal al insertar una pequeña sonda en la abertura del conducto que está localizada en la esquina interna del ojo, llamada punción, y algunas veces más profundamente en el corto canal de drenaje en el que se abre, llamado canalículo.

Las lágrimas que se forman en los ojos pasan a través del canalículo para llegar al saco lagrimal. El médico puede enjuagar los ojos suavemente con un líquido para ver si drena adecuadamente a través del canalículo hacia la nariz.

Tratamiento médico para los ojos llorosos

El tratamiento de los ojos llorosos depende de la causa subyacente. La mayoría de los casos de lagrimeo excesivo son más bien de corta duración, pero la afección puede persistir por mucho tiempo si se desencadena por una conjuntivitis alérgica.

Las estrategias de tratamiento más utilizadas para detener el lagrimeo incluyen las siguientes:

  • Gotas oculares: Si el lagrimeo excesivo es causado por el ojo seco, puede utilizar gotas oculares lubricantes de buena calidad para aliviar la superficie ocular. Por lo general, las gotas oculares se encuentran disponibles sin receta médica y existe una gran variedad para elegir. Su médico puede orientarle sobre el producto más adecuado para su caso.
  • Gotas oculares con receta médica: Hay varios productos que su médico le recetará y que aumentarán la producción de lágrimas en casos de sequedad severa de ojos.
  • Medicamentos: Si sus ojos están llorosos debido a una infección ocular subyacente, el médico puede recetar un tratamiento de antibióticos para tratar el problema de raíz.
  • Si usted desarrolla ojos llorosos debido a una alergia, se pueden prescribir antihistamínicos para frenar la respuesta inflamatoria.
  • Tapones lagrimales: El médico puede bloquear uno o ambos de los puntos de punción (drenaje), lo que ayudará a retener las lágrimas que producen las glándulas.
  • Cirugía: Si un conducto lagrimal bloqueado es responsable de sus ojos excesivamente llorosos, se puede recomendar una cirugía para crear una nueva salida de drenaje para sus lágrimas.

El cirujano corta más profundamente dentro de esta incisión cutánea para crear un pasaje corto a través del hueso nasal y algunas veces inserta un tubo dentro de éste para evitar que se congestione en el futuro.

Este nuevo conducto se extiende desde el saco lagrimal hasta su cavidad nasal y facilita el drenaje fácil del exceso de lágrimas de sus ojos.

Remedios caseros para los ojos llorosos

Los ojos llorosos pueden ser manejados en casa siguiendo estas medidas de autocuidado:

  • No te frotes el ojo: Si crees que hay algo dentro de tu ojo, nunca lo frotes. Frotarse el ojo cuando tiene una partícula metida en él puede agravar la molestia e incluso provocar daños oculares.
  • Observe una buena higiene de las manos: Asegúrese de tocar sus ojos sólo con las manos limpias y desinfectadas.
  • Utilice una terapia de calor suave: Si sus ojos se han vuelto extremadamente llorosos debido a una obstrucción en el conducto lagrimal, colocar una compresa tibia en el ojo afectado puede ayudar a aliviar algunas de las molestias. El calor suave puede ayudar a aliviar la congestión en el conducto lagrimal y facilitar el drenaje del exceso de lágrimas.
  • Use los lentes de contacto con precaución: Asegúrese de quitarse los lentes de contacto antes de dormir e incluso antes de una siesta corta. Es mejor que evite usar sus lentes de contacto al nadar o ducharse.
  • Cúbrase los ojos con gafas protectoras: Use gafas de sol protectoras para proteger sus ojos de los desechos y partículas transportadas por el aire cuando se aventura en el exterior, más aún si el clima es particularmente ventoso o frío.
  • Pídale a su optometrista que le recomiende los lentes adecuados para este propósito. Además, como los ojos llorosos suelen ser muy fotosensibles, es mejor usar gafas de sol oscuras para que estén cómodos a la luz del sol.
  • Limpie sus gafas: Asegúrate de limpiar tus gafas de sol y tus anteojos antes de ponértelos. El uso de gafas no limpias puede transferir el polvo y otras suciedades depositadas en ellas, a los ojos y a la cara.
  • Mantenga sus gafas y productos para los ojos sólo para uso personal: Para minimizar el riesgo de infección ocular, se recomienda mantener el maquillaje y otros productos oculares restringidos al uso personal.

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