En primer lugar, se debe intentar identificar la causa de la congestión para eliminarla. Por ejemplo, en el caso de una alergia, se debe evitar la exposición al alérgeno. En el caso de una infección de los senos paranasales, se puede considerar el uso de un antibiótico. En el caso de un resfriado, sólo el tiempo puede resolver el problema, ya que no existe un tratamiento contra este tipo de infección viral (causada por un virus).
Los descongestionantes son los medicamentos más utilizados para la congestión nasal. La mayoría de ellos se venden sin receta médica en forma oral o tópica. Siempre debe hablar con un farmacéutico antes de usarlos. Estos medicamentos no son adecuados para todo el mundo, y su uso no se recomienda para niños menores de seis años.
Los descongestionantes tópicos pueden crear hábito cuando se usan por mucho tiempo. Su uso debe limitarse a un máximo de cinco días consecutivos. Se pueden utilizar otros medicamentos para la congestión nasal, dependiendo de la causa. Por ejemplo, un corticoesteroide nasal en forma de aerosol puede ser beneficioso para las personas que tienen alergias estacionales.
¿Tratamiento para la congestión nasal?
Las soluciones salinas son la opción número uno para aliviar naturalmente la congestión nasal tanto para jóvenes como para mayores. Se encuentran no sólo en forma de aerosol, sino también como goteros, atomizadores, ampollas de una sola dosis e incluso enjuagues nasales.
Humedezca el aire de su casa si está demasiado seco usando un humidificador. Beba muchos líquidos. El agua es la mejor bebida que existe si está resfriado. Una adecuada hidratación licúa las secreciones y facilita su eliminación. Las bebidas calientes (té, té de hierbas con limón, chocolate caliente, etc.) también promueven la descongestión. Por supuesto, son ideales para los adultos, pero pueden ser peligrosas para los niños pequeños. Hay que tener cuidado.
En la farmacia se encuentran algunos productos naturales para aliviar la congestión nasal, como el alcanfor, el mentol y el aceite de eucalipto. Precaución: estos productos también tienen advertencias que requieren ser tomadas en cuenta, al igual que los medicamentos. Por ejemplo, su uso puede ser desaconsejable en bebés y niños pequeños. Siempre hable con un farmacéutico antes de comprar este tipo de productos.